viernes, 26 de abril de 2013

Bullying

Pase por una situación que no quisiera que nadie mas pasara con mi hermosa hija Amanda.  Una niña trato de agredirla por el simple hecho de ella no entender que no debe tratar de quitarle el juguete o tocar el juguete de otro niño mientras lo esta utilizando.  A Dios le doy gracias porque con ella estaba su maestra que tanto la ama y la protegió de un posible golpe.  Lloré  tanto cuando me entre de lo que había sucedido me digo a mi misma que no estoy preparada emocionalmente y mucho menos mentalmente para ver como otras personas maltratan a mi ángel.   Estos niños que nada tienen de maldad, no poseen ni un .01% de malicia, como alguien puede agredir a un niño que lo mas que hace es sonreír.

Mientras lloraba tirada en el suelo, como no lo hacia desde hace mucho de rodillas solo le pedía a Dios que me ayudara a sobrepasar esta situación que me había dejado aturdida, me lastimo como nada lo había hecho antes.  Pidiéndole serenidad, pidiéndole sabiduría para no recaer y mientras muchos me continuaban diciendo que me tranquilizara mi corazón de madre no me lo permitía porque mi hija había quedado expuesta a los maltratos de un "niño normal".  Ciertamente mi hija no se dio cuenta de que la niña quiso golpearla o que la niña le alzo la voz, pero con el hecho de yo saberlo es suficiente.  Ella es mi vida, mi todo y no puedo concebir el hecho de que alguien me la menosprecie.  El hecho de escribir este relato me revive el momento tan doloroso que pasé, pero tengo que compartirlo.

Llorando de rodillas, sin casi poder respirar de lo afectada que estaba le pedía a Dios que me concediera un milagro.  Que me mostrara el camino, cualquier cosa, cualquier señal seria suficiente para detener mi llanto que yo sentía que no iba a parar nunca porque el simple hecho de sentir o de acordarme que alguien me la trato de golpear me destruía de a poquitos el corazón y sin aparente remedio.  Me acordaba de la palabra de Dios cuando Jesús le dice en la cruz "Padre porque me has abandonado" , así me sentía  abandonada por la mano que me sostiene, destruida, confundida.  lloraba desconsolada preguntándome porque pasan estas cosas y no me quedo de otra que descargar mi rabia en un estado de facebook de poco mas de 200 letras arremetiendo contra los padres de los otros niños que no le enseñan que hay niños que son diferentes.  

Mi hija es diferente pero no es inferior.  Mi hija tiene un síndrome,  condición,  discapacidad, llámale como quieras, pero educa a tu hijo para que no ande por la vida lastimando a los otros y a sus padres.  Ciertamente cuando un hijo sufre un padre sufre y aun cuando la mía no sufre yo si lo hago, porque yo si te entiendo y yo soy su madre. Cuando al fin termine de llorar con los ojos hinchados, con dolor de cabeza, con el corazón lastimado y luego de pedirle mucho a Dios me dormí.

Al día siguiente decido no llevar a mi hija a la escuela y se lo avicé a las maestras.  A ultima hora me decido a pasar por allí un ratito pero quedándome con la nena en la escuela.  Llegando la hora de pasar a las áreas sus maestras la ponen a ejercitarse, (como cosa diaria) y para mi sorpresa y la de ellas....mi hermosa princesa dio sus primeros pasos.  Haciendo que se me olvidara por completo el hecho de que me habían lastimado el alma pues Dios me concedió el milagro que yo andaba buscando.  Mi hija dio sus primeros pasos frente a 3 de las personas mas importantes en su vida en ellas incluida yo.  Mi dicha ha sido tanta que quise compartirlo con ustedes, diciéndoles que por nada pierdan la fe y que recuerden que por mas duro que sea el camino Dios siempre nos tiene una recompensa   A el agradezco la vida de Amanda, a el agradezco todo, porque con Dios todo y sin el nada.   Amanda cumple el lunes sus 3 años de vida y el mejor regalo que ella pudo darme a mi han sido esos 3 pasitos que dio en su salón.

Amanda el mismo día de darme la hermosa sorpresa